Con casi 6.500 kilómetros de litoral, Chile es uno de los países del mundo con mayor cantidad de playas, algo que desde luego los chilenos sabemos aprovechar de lo lindo. Darse un chapuzó en el Pacífico o pasar el día en la arena, tostándonos al rico sol, es sin duda uno de los pasatiempos favoritos de los que vivimos aquí, y también de los turistas, que no pueden dejar de visitar nuestras hermosas playas y calas, después de haber visto ya las ciudades y otros sitios de interés. La playa es un lugar perfecto para refrescarse, para relajarse, para pasar el día… o también para dar rienda suelta a nuestros más pecaminosos instintos. Y es que el calor, cuando llama llama, y si nos coge en uno de estos paraísos de arena y sal es imposible decirle que no.
El sexo playero es tan habitual en Chile como en cualquier otro país con costa, solo quew aquí las cosas se hacen de una manera un poco más discreta. Nuestra nación ya ha perdido la vergüenza en muchos aspectos y ha olvidado los tabúes en lo que al sexo se refiere, al menos para gran parte de la población. Sin embargo, tener sexo al aire libre, en una playa, sigue siendo algo un poco vergonzante, sobre todo por la posibilidad de que nos pillen, que por otra parte suele ser un aliciente morboso indudable… Si quieres vivir esta experiencia, por puro vicio o por necesidad, al no tener otro sitio donde estar con tu pareja, nosotros te vamos a dar algunos consejos para que tengas el mejor sexo en la playa.
A qué playas acudir para tener sexo
Cada lugar y cada zona es especial y por eso deberíamos adaptarnos a las circunstancias que encontremos en este tipo de espacios. Así, como aporte general, trataremos de acudir a las playas más apartadas, las que no estén tan llenas de gente, por motivos obvios. Hay calas nudistas donde este tipo de asuntos suelen ser más comunes, porque la gente que viene acá está muchas veces con la mente más abierta. Sin embargo, no en todas las playas nudistas podemos realizar este tipo de actos ardientes sin ser reprobados por los demás. Lo mejor es buscar un lugar discreto, cercano a la playa pero también lo suficientemente oculto para poder dar rienda suelta a la pasión, sin tener que estar pendiente todo el tiempo a que nos puedan pillar.
¿Es igual de placentero el sexo en el mar?
Digamos que eso de entregarnos al placer más ardiente dentro del mar es otra de las fantasías más comunes tanto para hombres como para mujeres, ya que estamos a la vista de todos, pero a la vez, gracias a la intimidad que da el mar, conseguimos consumar nuestra pasión de una manera intensa y exquisita. ¿Es igual de placentero? Podríamos decir que es algo más complicado tener una relación de este tipo dentro del mar, porque las olas pueden hacer de las suyas, la sal nos molesta… Y evidentemente, también podemos llamar demasiado la atención. Esto significa también que hay ciertas opciones de que la gente se de cuenta de lo que estamos haciendo… lo que hará que la experiencia sea indudablemente más morbosa y especial, con todo lo que eso conlleva para el placer. No es lo más cómodo, pero si es tremendamente excitante.
Pequeñas cuevas en las playas
Otra buena opción son las pequeñas cuevas y grutas que hay en muchísimas playas, especialmente aquellas que se encuentran cerca de acantilados de roca. Estos sitios son realmente especiales para poder desatar nuestro vicio, ya que estaremos resguardados de miradas indiscretas y a la vez lo estaremos haciendo tan cerca de la playa que si nos dejamos llevar demasiado con los gritos, tal vez llamemos la atención de los bañistas. Hay que tener especial cuidado en estos lugares, ya que suelen ser de roca abrupta y podemos sufrir algún accidente si nos caemos. De la misma manera, cuidaremos mucho de que la marea no esté subiendo, ya que a veces es capaz de llenar e inundar la cueva, y evidentemente no queremos que eso pase estando nosotros dentro.
Sexo en la arena, pros y contras
Tal vez estés en la playa en una hora o muy temprana o muy tardía, por la noche por ejemplo, cuando apenas hay luz y vuestros movimientos quedan sumergidos al amparo de la oscuridad. Entonces os da por dejar que la pasión tome el mando, y no podéis esperar a hacerlo en otro sitio más que en la arena, tal vez en una toalla, o directamente sobre la propia playa. Es algo excitante y morboso, desde luego, y la situación de gozar del sexo junto al mar, escuchando las olas, es verdaderamente especial. Pero también está todo el tema de la arena, que se colará por cualquier resquicio y hará que la experiencia sea también bastante pegajosa. Si no puedes evitar dejarte llevar, seguro que no pensarás en eso, pero cuando te salga arena hasta de las orejas igual te lo piensas más para otra ocasión.
Entre dunas y rocas
Es otra de las mejores alternativas que existen para poder disfrutar del placer más auténtico y salvaje en la playa. Las dunas que se encuentran a la entrada de la playa, y que conforman montañas de arena, son especialmente útiles para ocultarnos del resto de los curiosos que anden cerca. Dejarnos llevar allí será toda una experiencia porque incluso en muchas ocasiones tenemos una buena visión de la playa, pero ellos no nos ven a nosotros, con lo que el punto voyeur aumenta. Y hablando también de esto, has de tener cuidado con el tipo de sitios al que acudes porque en ocasiones, detrás de la duna o de esa roca tan grande, puede haber un mirón husmeando en lo que hacéis, algo que no es agradable desde luego.